Confesiones

Me encanta sentir tus brazos rodeando mi cintura, mirar tus ojos profundos perdidos en los míos, nuestros labios, que parecieran tener diferentes polos, que al mínimo acercamiento se atraen, produciendo un golpe de energía capas de iluminar las vegas, nuestras lenguas que parecieran no soportar la idea de compartir espacio, que al acercarse comienzan a retorcerse como lombrices en sal. Mi piel, que al contacto con la tuya, reacciona al mas mínimo estimulo, mi respiración se acelera y el solo hecho de sentir la tuya, por momentos paraliza mi corazón y eriza mi piel. Tus caricias activan en mi, partes que no conocía, sensaciones que aprendo a descifrar. Siento a cada segundo la necesidad de poseer tu cuerpo y de recibir de ti, esa sensación de placer.