Día 1
Lunes 13
Quizás estaba demasiado drogada para notarlo, las anfetas me dejaban en un estado de ansiedad casi eufórico, voy a cualquier lado, sin llegar a ningún lugar. Si me preguntan donde vos, respondo alguna incoherencia, que en el momento me parece lo mas apropiado, creo que fui entrenada para eso, que mas puedo decir? La existencia de los demás pasa de ser percibida para mí, solo los necesito para concebir más y más. De pronto no recuerdo más, y aparezco rodeada de blancos doctores, de albos trajes, atada de manos y pies, comienzo a forcejear con todas mis fuerzas, tantas maquinas, mis brazos llenos de mangueras y la necesidad de “MI” droga aumentan mi anhelo a salir del lugar con la mayor rapidez posible. La anestesia, que a ratos me tranquiliza, se convierte en mi mejor aliada, su rápido efecto, me impulsa a pedir un poco más. Por razones obvias, su abuso es peligroso, o eso o nada? Mil veces Grito “ ANFETAS!!!” aunque para este momento cualquier cosa me vendría bien…
Día 2
Martes 14
No sé cuanto tiempo llevo en este lugar, días meses, quizás siglos, no lo sé…Sueño con captores italianos, dispuestos a matarme si emito algún ruido, guerrilleros colombianos que pelean al igual que yo, por una pastilla, un calor como en el peor de los verano se apodera de mi, ya nadie viene por estos lugares….mejor para mi, sus caras de lastima me saturan. Respiro en el aire el olor a alguna pastilla, y sin importar lo que sea la anhelo, como un niño espera la navidad su llegada. Daría lo que fuese por un cuarto de pastilla, una jalada, una piteada, aspirada o lo que venga. Anestesia otra vez y me duermo con la esperanza de que todo sea un sueño.
Día 3
Miércoles 15
Despierto, siento que mi cuerpo tirita y no puedo mantenerlo quieto, ya no pido anfetas, ahora hasta una inalada seria lo máximo, aun tengo las manos y pies atados a la camilla, de espalda ya conozco el techo de memoria, cuando recupero el conocimiento busco la mancha de la esquina con rapidez, esperando siquiera, encontrarme en el mismo lugar, pregunto a quien se acerque cuantos días llevo aquí, nadie se digan a contestar , los guerrilleros colombianos, están cada vez mas fieros y sus caras desfiguradas por la necesidad de “ LO QUE SEA”.
Ultimo día
Día 4
Jueves 16
Disfruto mi último día en este lugar, el más largo de todos. Mi cuerpo salta de la cama y por fin me sueltan y me dan la salida, tomo cualquier locomoción, donde me lleve será un mejor lugar, consumo un poco de lo que tengo guardado en el camino y la ansiedad disminuye. Irónicamente los captores Italianos son ahora mis aliados, fumamos y tomamos algo, juntos con los guerrilleros colombianos, que cantan y celebran felices. Una cesación de relajo enorme se inunda de mi y no necesito nada mas para ser feliz.
Lunes 13
Quizás estaba demasiado drogada para notarlo, las anfetas me dejaban en un estado de ansiedad casi eufórico, voy a cualquier lado, sin llegar a ningún lugar. Si me preguntan donde vos, respondo alguna incoherencia, que en el momento me parece lo mas apropiado, creo que fui entrenada para eso, que mas puedo decir? La existencia de los demás pasa de ser percibida para mí, solo los necesito para concebir más y más. De pronto no recuerdo más, y aparezco rodeada de blancos doctores, de albos trajes, atada de manos y pies, comienzo a forcejear con todas mis fuerzas, tantas maquinas, mis brazos llenos de mangueras y la necesidad de “MI” droga aumentan mi anhelo a salir del lugar con la mayor rapidez posible. La anestesia, que a ratos me tranquiliza, se convierte en mi mejor aliada, su rápido efecto, me impulsa a pedir un poco más. Por razones obvias, su abuso es peligroso, o eso o nada? Mil veces Grito “ ANFETAS!!!” aunque para este momento cualquier cosa me vendría bien…
Día 2
Martes 14
No sé cuanto tiempo llevo en este lugar, días meses, quizás siglos, no lo sé…Sueño con captores italianos, dispuestos a matarme si emito algún ruido, guerrilleros colombianos que pelean al igual que yo, por una pastilla, un calor como en el peor de los verano se apodera de mi, ya nadie viene por estos lugares….mejor para mi, sus caras de lastima me saturan. Respiro en el aire el olor a alguna pastilla, y sin importar lo que sea la anhelo, como un niño espera la navidad su llegada. Daría lo que fuese por un cuarto de pastilla, una jalada, una piteada, aspirada o lo que venga. Anestesia otra vez y me duermo con la esperanza de que todo sea un sueño.
Día 3
Miércoles 15
Despierto, siento que mi cuerpo tirita y no puedo mantenerlo quieto, ya no pido anfetas, ahora hasta una inalada seria lo máximo, aun tengo las manos y pies atados a la camilla, de espalda ya conozco el techo de memoria, cuando recupero el conocimiento busco la mancha de la esquina con rapidez, esperando siquiera, encontrarme en el mismo lugar, pregunto a quien se acerque cuantos días llevo aquí, nadie se digan a contestar , los guerrilleros colombianos, están cada vez mas fieros y sus caras desfiguradas por la necesidad de “ LO QUE SEA”.
Ultimo día
Día 4
Jueves 16
Disfruto mi último día en este lugar, el más largo de todos. Mi cuerpo salta de la cama y por fin me sueltan y me dan la salida, tomo cualquier locomoción, donde me lleve será un mejor lugar, consumo un poco de lo que tengo guardado en el camino y la ansiedad disminuye. Irónicamente los captores Italianos son ahora mis aliados, fumamos y tomamos algo, juntos con los guerrilleros colombianos, que cantan y celebran felices. Una cesación de relajo enorme se inunda de mi y no necesito nada mas para ser feliz.